viernes, agosto 13, 2010

Imaginar Afganistan con Malalai Joya.




“Soy de una generación de guerra. A los cuatro años, tras la invasión rusa, fui al campo de refugiados de Irán. Cuando cumplí siete, fuimos a un campo en Pakistán. En el instituto me hice activista social: por las mañanas era estudiante y por las tardes profesora; tenía 16 años. Decían que el campo era como un cementerio de seres vivos. Vi morir a un bebé. Y lloré.”

El 17 de diciembre del 2003 sería un día clave para Malalai Joya. Ese año, en La Loya Jirga (La gran asamblea), instrumento democrático de tradición afgana en las que los notables de todo el país se reúnen para tomar decisiones por consenso, Joya, con solo 26 años, dio un discurso denunciando a los mujaidines como; señores de la guerra, misóginos, y culpables de la destrucción de Irak. En ese momento, el discurso de esta joven envalentonada se tomó con algo de escozor y hasta con aplausos por muchos de los presentes. Hoy aquel épico hecho se convirtió en una pesadilla para ella.


“Tengo un problema, me quieren matar”

La burka, símbolo del sometimiento y la misoginia en oriente, se transformó hoy por hoy para Malalai Joya en una ayuda para pasar desapercibida mientras camina rodeada por sus guardaespaldas, tras los distintos intentos de asesinato que tuvo en su contra.
Es activista social desde su adolescencia y desde el 2005 sorprendentemente fue elegida diputada en Afganistán.
En el 2006, fue expulsada del parlamento tras denunciar en una entrevista la inutilidad del parlamento. “El burro lleva cargas, la vaca da leche, el parlamento no hace nada”, fueron sus palabras. En el mismo parlamento, mientras hace sus denuncias, los mujaidines amenazan con matarla y violarla. Anteriormente, en mayo del 2006, antes de su expulsión definitiva, la diputada acuso a varios de sus colegas de haber sido guerrilleros asesinos en el pasado. “"Hay dos tipos de muyaedín (guerrilleros islámicos) en Afganistán: uno es el que luchó por la independencia, y a ellos los respeto. Pero el otro destruyó al país y causó 60.000 muertes", dijo. Al escuchar esto, varios legisladores la insultaron, le lanzaron botellas de plástico y la amenazaron de muerte. Por suerte, un grupo de legisladores moderados formó un cordón de seguridad a su alrededor y logró salir ilesa.
El 15 de Abril del mismo año una sesión de preguntas y respuestas en el parlamento, a Joya le dieron tiempo para formularle las preguntas al candidato para el ministerio de comercio del nuevo gabinete. Empezó por una pregunta que le había recomendado un viejo que hiciera. La pregunta era por que todos los ministros durante sus discursos juraban y perjuraban por Quran que eran Mujaidines “¿Tienen alguna dudad de lo que son? A la gente no le importa esos rezos por que en el pasado muchos de líderes cometieron crímenes, entonces fueron a la meca y rezaron por parar de hacerlo, pero no mantuvieron sus promesas.








La Afganistán Moderna

En 1978 un grupo de jóvenes oficiales izquierdistas bajo el mando de Mohamed Taraki, establecieron un régimen comunista en Afganistán. Las reformas socializadoras y laicas llevadas a cabo por el gobierno de Taraki chocaron con una población aferrada a un pensamiento islámico anclado en el pasado y que vivía en una sociedad aún con rasgos feudales. Una resistencia a este sistema pronto se concretó en guerrillas islamista de "mujahidines" Los problemas internos de las dos principales tendencias comunistas precipitaron la intervención de la URSS en 1979.
El precio que debió pagar la Unión Soviética por su intervención fue alto. Estados Unidos consideraba que el país asiático se encontraba fuera de la zona de influencia soviética. La respuesta fue el embargo de granos para exportar a la URSS y ayuda militar a la guerrilla Islámica. Hacía 1982, el conflicto entre las dos facciones generó el desplazamiento de miles de afganos hacía lugares linderos. Casi tres millones a Pakistán y un millón y medio hacía Irán. Irónicamente, la guerrilla armada por los Estados Unidos y reforzada con voluntarios árabes y musulmanes, entre ellos, Osama Bin Laden, puso en jaque al ejército Soviético.
Finalmente en el marco de la perestroika, Gorbachov decidió sacar a sus tropas de los que muchos denominaban el "Vietnam soviético". En 1988, la URSS, EE.UU., Pakistán y Afganistán firmaron un acuerdo por el que los soviéticos se comprometían a retirar sus tropas lo antes posible. Lo que efectivamente hicieron en 1989.
Pero la paz duró poco. En 1992 las guerrillas islamistas asaltaron Kabul y se inició un período de luchas intestinas que culminaría con la toma del poder por los extremistas islamistas talibanes en 1996.


Cambiar todo para que nada cambie

En una conferencia en San Sebastían, España a Malalai Joya le preguntaron por el Nobel de la paz recientemente concedido a Obama. Su respuesta fue contundente: "Es una burla a la paz darle el Nobel al presidente de los Estados Unidos. Se lo han dado al presidente de la Guerra. ¿Qué ha hecho Barack Obama durante estos nueve meses en Afganistán, Pakistán, Palestina...?"
Luego de la tragedia del 11 de Septiembre, los talibanes fueron derrotados en Afganistán, pero según joya y mucha gente de partidos independientes solo fue cambiar todo para no cambiar nada, de hecho según ella, fue un cambio solo fisonómico; “No hay cambios fundamentales, si cabe es peor. Después de la tragedia del 11 de septiembre, Estados Unidos sustituyó a los talibanes por los asesinos de la Alianza del Norte, con la misma mentalidad que los talibanes pero físicamente distintos, llevan traje y corbata, pero son iguales” fustigó. Más irónica fue una feminista afgana, «Se diferencian de los talibán en que no llevan la barba tan larga».





En Afganistán el 40 % de la gente carece de empleo el 90% es pobre. No no hay seguridad en la calles, se cometen violaciones y asesinatos a activistas, todo bajo la mirada impávida de las tropas Estado Unidenses. “Los asesinos son de la Alianza del Norte, no son Talibanes. Un diputado mató a dos niños y los arrojó al río. Hubo protestas pero acusaron a los manifestantes de ser antitalibanes. Afganistán tiene dos enemigos, uno son los talibanes y el otro es la Alianza del norte. "La Alianza apoya a los estados unidos y los talibanes están en contra, pero ambos son enemigos del pueblo afgano", sentenció Joya en una entrevista realizada en el 2008 en un portal feminista.







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